Dropshipping. Negocio seguro y no tan seguro.
Dropshipping, cuando el negocio es que no sea tuyo.
Quieres montar un negocio, un ecommerce. Estás convencido/a de la potencialidad de Internet como plataforma de negocios y te gusta ese potencial, has examinado datos, y has ido a cursos; o simplemente alguien te ha hablado de esa palabra rara: el dropshipping.
Partamos de la base: no tienes un negocio propio. O sea, no tienes productos o servicios que ofrecer, pero sabes que eso no es un impedimento, antes bien, es una tabula rasa para empezar algo. Pero si no dispones de espacios donde almacenar cajas de diferentes productos, ni de ganas de enviar cosas y poner sellos incansablemente, pelear con las empresas de mensajería ni tratar con los asuntos más arduos de los envíos y las devoluciones, desde luego el dropshipping se plantea como una de las grandes soluciones. Pero: ¿qué es?
El dropshipping es una forma de intermediación de productos mediante promoción y sumándole a los productos tu valor añadido. Es como la antigua venta por catálogo: tú no tienes esos productos pero tienes el catálogo y convences a la gente para que te haga pedidos hablándole bien de los productos. Recuerdo que en mi instituto un par de compañeras más despiertas que los demás lo hacían, con gruesos catálogos de Avon y otras marcas similares. Ahora, esta forma de distribuidores contra catálogo se han pasado al mundo online, trabajando con grandes plataformas como Shopify, Bigbuy o los programas de afiliación de Amazon.
Vale, ya lo he cogido. Y ¿en qué consiste, en Internet, esta práctica?
Básicamente, tú, que no tienes productos, lo que haces es intermediar. Te asocias con alguna plataforma de mayoristas que vende productos, los que a ti interesen, pero elige bien, tiene que se un rango de productos en los que te sientas cómodo. ¿Por qué? Porque los tienes que vender, que de eso va el dropshipping.
Necesitas los siguientes ingredientes:
- Un rango de productos que te gusten o de los que seas capaz de escribir mucho y bien, convencer, recomendar y promocionar.
- Una plataforma de internet
- Tiempo y mucha dedicación.
- Haber entrado en contacto y convenido las condiciones con alguna plataforma que permita estas prácticas (más abajo te consigno unas cuantas)
Procedimiento: Juntarlo todo y remover fuerte. Ahora te lo explicamos.
Montas la plataforma de internet, tiene que ser atractiva, con mucho espacio para escribir y bien distribuida, donde se puedan acceder fácilmente a las imágenes y fichas de los productos que recomiendas.
Tienes que escribir regularmente sobre esos productos que tiene el mayorista: de ahí que te haga falta conocerlos bien. ¿Por qué? Porque los productos ya los tiene el mayorista, luego tú tienes que darles un valor añadido, es decir tu recomendación, que sea aval suficiente para que quieran comprar. Y para poder recomendar tienes que tener autoridad y dominio sobre el producto, ser capaz de contestar dudas, enumerar beneficios inmediatos, poder recomendar variantes, manejar varias marcas y escribir o grabar mucho sobre ello.
Todo eso se debe a que de esos productos que tiene el mayorista tú te llevas una comisión por el cierre de la venta cuando el lector-suscriptor lo adquiera.
En tu plataforma aparecerán los productos, con tus recomendaciones y éstas deben motivar su compra. Como ves es mucho más cómodo que tener que servir los productos, almacenarlos y tener que enviar, gestionar devoluciones, etc. No, todo eso lo hace el vendedor final, con quien se cierra la venta. Tu trabajo es convencer para que los que acudan a él o a sus productos a través de ti, acaben comprando, y comprar tu comisión. Del resto, te olvidas.
¿Suena fácil, eh?
El dropshipping puede ser automatizado, como el caso de las afiliaciones de Amazon, o más manual, donde tú haces el pedido final al mayorista, pero es él quien lo envía al cliente final. Dependerá de la complejidad de tu plataforma (Amazon tiene incluso un plugin especial para WordPress), y del acuerdo que tengas con el dropshipper sobre pedidos y comisiones.
Pregunta sobre dropshipping:
¿Si el cliente lee mi artículo o ve mi video sobre el artículo, se va de mi web y entra en la del dropshipper/vendedor directamente pierdo mi comisión?
Respuesta
Pues dependen, pero en muchos casos, no, no la pierdes. En el ejemplo de Amazon, se incluye una cookie de 90 días en el navegador del usuario que hará que, incluso si apaga el ordenador y lo vuelve a encender en esos 90 días y entrara sólo en la página del vendedor, otro día cualquiera, la venta contara para ti. Así funciona el dropshipping. Al menos con esta plataforma y su afiliación.
Aspectos positivos del dropshipping.
1- El dropshipping te permite empezar ofreciendo productos sin coste de inmediato.
Dado que los productos ya están a la venta en manos del mayorista, no tienes el problema de tener que esperar al distribuidor, puesta a la venta ni tener que hacer una inversión inicial en inventario y almacenaje.
2- El coste de la puesta en marcha es muy reducido.
Comparativamente a la puesta en marcha de un ecommerce donde tendrías que gestionar un montón de aspectos, desde la configuración de una pasarela de pago hasta las distintas políticas de devoluciones, creación de stock, programación de un sistema de catálogo y, en definitiva, el coste de una tienda online, que no es barato.
3- El catálogo del dropshipping es amplio.
Puedes ofrecer muchos productos de distintos proveedores, que no deberás tener almacenados, y, además, los publicas en la web, les das valor añadido y los promocionas en redes sociales o guest posting y con varias técnicas más para promoción que están a tu disposición.
4- Puedes hacer Google Shopping y SEM.
Como manera de lanzar tu plataforma, puedes invertir en Google Adwords, para ofrecer esos productos a un gran público y atraer tráfico a la plataforma recién creada.
5- Si haces dropshipping contra un mayorista, no usas tu propio dinero.
Sino que usas el del cliente, que te hace el pago a ti y tú usas ese dinero (menos la comisión) para hacer el pedido al mayorista que le enviará el producto al cliente final, librándote tú de los costes de logística.
6- Actualización y productos novedosos.
En el dropshipping se juega siempre con que no hay que llevar un tedioso control de inventario y además se pueden ofrecer novedades inmediatas, tan pronto como el mayorista las tenga listas para servir.
7- Garantías, envíos y pagos seguros.
Al no discurrir a través de tu web ni la plataforma de pagos ni los envíos, es un problema en el que no tienes que pensar. En el caso de Bigbuy, Shopify o Amazon, las plataformas de pago siempre serán las suyas, lo que da más tranquilidad siempre al comprador, y supone otro valor añadido. No es lo mismo gestionar tu propio TPV o cuenta de Paypal (muy segura, por otro lado, esta última), que el hecho de que el cliente abra su cuenta de Amazon y pague por ahí, sabiendo que cualquier reclamación la hace a través de esta plataforma con ciertas garantías.
Aspectos no tan positivos del dropshipping.
1- Comisiones.
Reconozcámoslo, no son las más altas del mundo mundial. La mayoría de dropshippers negocian la comisión o varía en función de los artículos. Amazon distingue entre comisiones de libros y de productos de electrónica en sus programas de afiliación. Mientras que otros, como Shopify te pone una comisión sobre la venta, de entre un 2% y un 05% (a fin de cuentas ellos también son intermediarios).
2- Proveedores confiables.
No todo el monte es orégano y no todo el que dice que ofrece sus productos en dropshipping es 100% así. Hay que elegir un buen proveedor o plataforma para no tener problemas.
3- No es tan barato.
En el sentido de que sí, es verdad que te ahorras cosas como el almacenamiento y la logística, pero tienes que montar tu plataforma y yo te recomendaría que invirtieras en publicidad para poder atraer tráfico rápidamente y de inicio a tu web recién lanzada mientras el SEO se establece. Y ese es el otro punto: el SEO. Lo necesitas para posicionarte no solo como vendedor sino también por los productos para suponer una alternativa a tus clientes.
4- Procesamientos de pedidos.
En algunos casos puede ser difícil, sobre todo con segundos intermediarios, ya que llegar y ponerte de acuerdo al cursar el pedido final puede ser algo complejo.
5- Atención al cliente.
Al no depender de nosotros la gestión del producto, es posible que haya problemas en este aspecto, y no todos los clientes entienden que somos intermediarios…
6- Competencia.
La competencia es feroz, no somos los únicos que hacemos dropshipping, y tendremos que pelear fuerte y contra muchos, en ocasiones también contra publicidad de la propia plataforma. De ahí que sea tan importante convertirnos en alguien de referencia para añadir nuestro valor al producto.
A partir de aquí te toca pensar qué es lo que quieres y cómo lo quieres enfocar. En próximas entregas ya hablaremos de cómo montarlo o qué proveedores vemos mejor, en función de qué es lo que nos gusta.
¡Hasta pronto Riverthidos!